Lugar: El Corte Inglés de La Coruña, sección de cine.
Situación: un par de señoras, de unos 50 años, compran un pack de 4 dvd's. El dependiente les cobra y les pregunta si desean envolver el paquete para regalo, a lo que ellas acceden. El empleado deja el pack a un lado y me cobra mi compra (un dvd infantil). Inexplicablemente no hay ofrecimiento de papel de regalo. No me queda más remedio que hacerlo ver: "Lo quiero para regalo".
La verdad es que me dieron ganas de reprochar al dependiente su actitud. Está claro que, en su experiencia, un hombre y joven traga más fácilmente.
Además esta escena tan simple me ha recordado mis tiempos de chaval (soy de la quinta del 72, como Letizia), cuando mi madre me enviaba a hacer la compra solo o con algún hermano, y las señoras se me colaban en la carnicería o en la charcutería.
Y aún pasa. A mi mujer le ocurrió algo parecido hace unos meses: estando en la frutería, y cuando le tocaba pedir, se le acercó una anciana que le pidió colarse so capa de pedir un poco de perejil. Claro que, viendo el cielo abierto, dijo: "Bueno, ya que estoy aquí me vas a poner...". El frutero no pudo evitar reirse, y es que la señora siempre lo intentaba con el mismo truco. En la carnicería con aquello de: "No le importa, ¿verdad? Sólo voy a pedir unos huesos para el perro".
Para que luego hablen de lo educada que es siempre la gente mayor: abusones.
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