En alguna ocasión he leído comentarios sobre el efecto Borjamari. Se trataría de una versión reducida del efecto Barrapunto o, no digamos, del efecto Slashdot: un montón de visitas y la posibilidad de conseguir atraer más lectores y comentaristas.
La identidad del tal Borjamari, con la que se jugaba en el test de blogadicción, sigue siendo un misterio: hombre o mujer, uno o varios, blogger conocido o desconocido, etc. Ahora, de la mano de Santiago Segura y su última película, nos encontramos con un personaje de igual nombre que el ínclito blogger.
De izquierda a derecha, Pocholo y Borjamari
Pues bien. El nombre del personaje encarnado por Segura, combinado con un buscador como Google, plantea cuestiones interesantes:
¿Cuánta gente buscará información sobre el filme a través de Internet?En efecto. Borjamari, impenitente castigador de la blogosfera hispana, puede convertirse, por un tiempo, en una puerta de entrada de nuevos colonos. Colonos que encontrarán que aquí hay tierra para todos, sólo hace falta trabajarla.
¿Cuántos de ellos llegarán al blog de Borjamari?
¿Cuántos de ellos entrarán por vez primera en una bitácora?
¿Cuántos de ellos se engancharán?
Y ya puestos, ¿conseguirá Segura descabalgar a Borjamari de los primeros resultados de Google? La respuesta próximamente en sus pantallas... de ordenador, claro.
Reto para cinéfilos
¿Quién se anima a actualizar la biografía de Santiago Segura que aparece en IMDb? La última frase de la misma es:
He is now preparing his debut as director in "long" films with "Torrente, el brazo tonto de la ley".Se ha quedado un poco antigua, ¿verdad?
No hay comentarios :
Publicar un comentario