30 de noviembre de 2004

Conversaciones enlatadas

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La voz sobre IP es una de las tecnologías de moda, y una amenaza real para el negocio de telefonía fija de los operadores tradicionales. Aplicaciones como Skype hacen furor, y poco a poco gana fuerza la idea de que el pagar por hablar va a pasar a la historia. Sin embargo, junto con el desarrollo de la tecnología, empiezan a surgir los primeros peros o peligros en el horizonte.
  • Por una parte está el temido spam de voz o spit, en una versión aún más siniestra, podría servir como apoyo o gancho para el phising más sofisticado.
  • Por otra parte nos encontramos con las dudas sobre la seguridad de nuestras conversaciones. Para vencer este miedo las aplicaciones existentes nos prometen altos niveles de encriptación que evitarían los riesgos de pinchazo. De todas maneras, existe un hueco en el proceso: el momento en que se desencripta la señal para que podamos oírla. ¿Quién nos asegura que no se desarrollarán aplicaciones tipo spyware que, escondidas en nuestro ordenador realicen grabaciones no autorizadas de nuestras conversaciones y las transmitan al villano de turno? Pensemos, por ejemplo, en una llamada a un banco.
A un nivel más general se especula, con bastante fundamento, acerca de un futuro cercano en el que el ordenador se convierta en el centro de lo que se ha venido en llamar el hogar digital. Ocio, trabajo y comunicaciones estarían centralizadas en un dispositivo que, además, gobernaría al resto de integrantes de la red doméstica: otros ordenadores, electrodomésticos, sistemas de televigilancia, etc.

Precisamente el que las comunicaciones pasen por este nodo central (algo parecido ocurre ya con los millones de usuarios de Skype), abre la puerta a una posibilidad mucho más cercana que aquella del spyware: la grabación voluntaria y sistemática de todas nuestras conversaciones. Toda comunicación mantenida sería registrada y almacenada en nuestro servidor doméstico, utilizando criterios como fecha, identidad, duración, perfil, notas, etc. De igual modo las conversaciones realizadas a través de nuestro teléfono móvil podrían ser almacenadas en el mismo terminal (existen ya modelos con disco duro de 1,5 GB) y transferidas posteriormente, o enviadas en tiempo real a nuestro buzón.

¿Cuáles serían las consecuencias de la extensión de esta costumbre? ¿Hasta qué punto se vería afectada nuestra forma de comunicarnos con otras personas? ¿Pérdida de naturalidad? ¿Tiranía de lo políticamente correcto? ¿Uso de coletillas legales en las conversaciones? Me imagino que, en una sociedad tan judicializada como la estadounidense, los primeros en ver las posibilidades serían los abogados: chantaje, acoso, discriminación, demandas por divorcio, acuerdos prematrimoniales, incumplimiento de la palabra dada, etc.

Otro tanto ocurrirá en el ámbito empresarial. ¿Acaso no estarán dispuestas las compañías a registrar todas las conversaciones de sus empleados? Nuevamente los abogados presionarán para que se lleve a la práctica la medida y por múltiples razones: demandas por despido, trato con clientes, proveedores, accionistas, acoso en el trabajo, negociaciones, etc.

Y por supuesto, derivadas de este nuevo uso, aparecerán nuevas oportunidades:
  • Desarrollo de aplicaciones relacionadas: gestores de ficheros de voz, buscadores, etc.
  • Modelos de almacenamiento de las comunicaciones: en local o en remoto (servicio de operadores y terceros).
  • Aplicaciones "creativas": broadcasting de conversaciones... [¿surgirá alguna killer application por aquí?]
Sin duda el que todas nuestras conversaciones sean grabadas resulta inquietante, y plantea serias dudas éticas y legales. Pero me temo que nada podrá evitarlo. Aunque legalmente se cerrase la puerta, la capacidad técnica está ahí, y nadie puede pararla, especialmente en el ámbito doméstico.


Haciendo números
Como apéndice al post he realizado un pequeño análisis numérico del coste de almacenar todas las llamadas de una línea fija y móvil. No pretende ser exhaustivo (tened piedad), pero puede servir para hacernos una idea. Los datos de la CMT están sacados del Informe Anual 2003, por lo que existirán variaciones sucedidas en los últimos meses que no están recogidas, y que podrían ser más o menos significativas en el caso del tráfico en líneas móviles.











Segmento residencial Segmento negocios Total Fuente Cálculo
Datos de tráfico




Minutos tráfico fijo (millones)* 32.198 41.482 73.680 CMT (1)
Número de líneas (miles) 12.472 5.287 17.759 CMT (2)
Minutos línea/año 2.582
7.846 4.149 Elaboración propia (3) = (1) / (2)






Minutos tráfico móvil (millones) 22.187 14.079 36.266 CMT (4)
Número de clientes (miles) 31.345 5.875 37.220 CMT (5)
Minutos clientes/año 708 2.397 974 Elaboración propia (6) = (4) / (5)




Datos de almacenamiento




Coste 1 GB 0,60 €

Optize (7)
Minutos almacenables en 1 GB**
8.000

Estimación propia (8)





Coste total por línea fija y año 0,19 € 0,58 € 0,31 € Elaboración propia (9) = (7) * (3) / (8)
Coste total por línea móvil y año
0,05 € 0,18 € 0,07 € Elaboración propia (10) = (7) * (6) / (8)

(*) Incluye todos los conceptos excepto "Acceso a Internet"
(**) En formato MP3



De este análisis tan simple podemos deducir que el coste no sería un problema. Una familia con una línea fija y cuatro móviles gastaría ¡menos de cuatro céntimos al mes! (y siempre suponiendo que pagasen ellos mismos el almacenamiento). Además debemos tener en cuenta:
  1. El coste de la capacidad se reduce a gran velocidad (la misma con la que aumenta el tamaño de los discos duros de nuestros equipos).
  2. El avance de las tecnologías de compresión.


Más información
¿Os habéis preguntado cómo la generalización de la identificación de llamada puede haber afectado a la reducción/desaparición de las llamadas anónimas (reservadas ahora a los móviles prepago, aunque no por mucho tiempo)?

Seth Godin escribió un post hace un mes en el que se preguntaba cómo podía afectar a nuestro comportamiento la generalización del uso de cámaras de vídeo: What happens when it's all on tape?.

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Actualización: siguiendo las indicaciones de Agustín en su comentario he variado la base de cálculo de los costes, pasando la capacidad por GB de 1.000 a 8.000 minutos. Como resultado el coste baja aún más.

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