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Parece que los tiempos de la Mafia* han vuelto, y esta vez de la mano de Internet, donde un nuevo Sindicato criminal campa a sus anchas. Apoyados por una cuadrilla de internautas en pijama han comenzado a sembrar el pánico en las redacciones de los medios de comunicación más importantes, pero apuntan más arriba.
Su propósito es ambicioso: centralizar la información**, gestionarla y distribuirla, poniéndola a disposición de aquel que la solicite. En definitiva, cambiar nuestra manera de consumir la información.
Los primeros en caer en sus garras han sido particulares, personas de la calle atraídas por su aire de modernidad y las promesas de una vida más fácil: "tendrás toda la información", "es muy sencillo", "lo puedes dejar cuando quieras". Los muy incautos caen como moscas y una vez dentro, son incapaces de volver a su vida anterior.
Por si esto fuera poco el Sindicato está empezando a dejarse ver por las empresas. Ni siquiera las grandes corporaciones pueden escapar a su influencia, y comienzan a sentir sus efectos. Poco a poco los mafiosos van captando gente dentro de las organizaciones, de manera que, sin que las compañias se den cuenta, la información corporativa va cayendo en su poder.
Lógicamente, la llegada de un nuevo poder ha atraído a muchos curiosos que esperan sacar tajada de la situación. En su mayoría no tienen claro lo que quieren hacer. Unos pocos se han acercado con alguna idea en la cabeza. Quizá buscan, como alguno, reducir las asimetrías en la información y alcanzar un utópico escenario de competencia perfecta. Finamente, están otros que buscan proteger lo suyo, crecer y hacerse fuertes lo antes posible. Es posible que todos ellos estén condenados a entenderse. El tiempo lo dirá.
El nuevo Sindicato se esconde detrás de extraños nombres y siglas: XML, RSS, Atom... Sin embargo, sus lugares de reunión son conocidos: Bloglines, NetNewsWire, feedmanía, feedness, My Yahoo!... Allí reparten su mercancía y cierran tratos con sus cada vez más numerosos clientes. Todo ello con total impunidad.
Si no lo has hecho ya, dentro de poco te va a tocar decidir. A ti o a tu empresa. ¿Vas a unirte al Sindicato? La elección es sencilla: estás con ellos o no estás. ¿Podrás soportar el coste de quedarte fuera? Es así de simple.
(*) No hablo ahora de la SGAE: Sociedad General de Amigos de la Extorsión.
(**) Léase información en sentido amplio. Contenidos.
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